El que nació en un humilde pesebre de Belén llegó para darle un vuelco a nuestros corazones. ¿No les ha pasado que en situaciones cotidianas y sencillas no sabemos muy bien cómo reaccionar?. ¿Cómo actuar ante un subalterno o ante nuestros hijos? ¿Ante una ofensa? Pues bueno, al hacerme esta pregunta me remití a algo que me dijeron un día “en tu corazón vas a saber cuando algo no es bueno”.
Pero además, de manera más vanal -aunque no tanto- me recordé de una de mis películas favoritas: Transformers. ¡Parece mentira pero una película de robots enseña valores! Se me vino a la mente cuando Sam (Shia LaBeouf) le pregunta a su maestro por la nota baja que le puso: “piense ¿qué haría Jesús?”. La cuestión es que el maestro le dio la nota que pedía. ¿Realmente eso haría Jesús? ¿Cómo saber qué haría? La única manera de saberlo es conociéndolo.
Desde su nacimiento, el Hijo de Dios nos dio una muestra de humildad, pues llegó al seno de una familia como cualquiera y se apegó a las normas de sus padres hasta que su momento había llegado. Luego con su legado de enseñanzas, muchas de ellas ejemplificadas en personajes igualmente sencillos, hizo un cambio de “chip” en las creencias, en el actuar de la gente de su época y en la interpretación de las escrituras. Y a pesar de todos los esfuerzos de diferentes movimientos, a pesar de que en muchos partes del mundo dicen “NO al cristianismo”, Jesús sigue tan vivo como entonces.
En diciembre celebramos la llegada del Salvador en su forma más tierna y dulce, como un indefenso bebé. A veces olvidamos que ese es el verdadero sentido de las “fiestas”. Sin embargo, nunca es tarde para darle esa prioridad a Jesús, para recibirlo con el corazón limpio, para enaltecerlo con un nacimiento que anuncie su llegada y en donde los más pequeños de casa puedan participar. Ser parte de las ceremonias litúrgicas, de las pastorelas y de la corona de Adviento en familia son tradiciones que llegan al corazón y que honran a Jesús y a la Sagrada Familia.
¿Qué haría Jesús? Se me vino a la mente la familia que protagonizó un escándalo en los medios y redes sociales. Seguro ellos no hicieron lo que haría Jesús, pero además el resto de nosotros tampoco. “Aquel de ustedes que no tenga pecado, que le arroje la primera piedra” (Jn 8,7), dijo Jesús a letrados y fariseos que condenaban a una mujer adúltera. Actuar como nos gustaría que nos tratarán es algo que no se cumplió en este caso.
Actuar con amor (que puede traducirse en caridad) es la principal enseñanza del Mesías “Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos, y son ustedes mis amigos, si cumplen lo que les mando” (Jn 15, 12-14).
Igualmente Jesús reconoce nuestra debilidad humana y a través de su Espíritu y sus seguidores nos envía mensajes de consuelo y de ánimo. Tal es el caso de San Pablo: “Entonces, hermanos, no vivamos según la carne, pues no le debemos nada. Si viven según la carne, necesariamente morirán; más bien den muerte a las obras del cuerpo mediante el espíritu, y vivirán. Todos aquellos a los que guía el Espíritu de Dios son hijos de Dios” (Carta a los Romanos 8, 12-14).
Seguir las enseñanzas de Jesús no es fácil porque luchan contra nuestro estilo de vida actual donde los superficial se premia y donde la competencia es la norma, pero comenzar a hacerlo a pasos cortos es ya un camino ganado. Les invito a vivir una Navidad en familia, ¡una época donde podamos iniciar nuestro servicio por amor!
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