Para las amantes de la jardinería, que sueñan con un refrescante ambiente que simule los jardines de la campiña italiana… en un espacio bastante más reducido esta idea es genial.
Solo requieren de un balcón (que puede ser antiguo) o una armazón de hierro, que incluso puede ser tan sencilla como una cuadrícula, y colocar abajo alguna de esas plantas divinas que se extienden fácilmente.
Si le dan mantenimiento (procurando que no se extienda demasiado) podran contar con delicados buques florales en su pared casi todo el año.
Se me ocurre una veranera, la tumbergia, la flor de cera, pero bueno cada quien tiene sus preferidas.
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