Fuente Mundo Deportivo
Peyton Manning, quiere la gloria con los Broncos.
A Peyton Manning, la pasión por el fútbol americano le viene de familia. El quarterback de los Denver Broncos tuvo en su padre, Archie Manning, a un referente. Sin embargo, ello no presagiaba la extraordinaria carrera que Peyton firmaría después.
Manning llegó a la NFL a lo grande. Tras firmar una gran actuación a nivel universitario con los Tennessee Volunteers, los Indianapolis Colts no dudaron en seleccionarle como número uno de draft de 1998. Fue así como aterrizó en la mejor liga del mundo una promesa que después se convirtió en realidad y que con el paso del tiempo ha alcanzado el nivel de leyenda.
Sus pases milimétricos sirvieron para que los Colts se convirtieran pronto en uno de los mejores equipos de la liga. De hecho, el paso del tiempo permitió a Manning elevarse a los altares en las estadísticas de pase de su equipo a lo largo de la historia.
Manning es considerado uno de los mejores quarterbacks de siempre y su popularidad ha traspasado la barrera deportiva. Videojuegos, series y programas de televisión se han servido de su imagen para promocionarse.
Pero, lógicamente, no hay imagen sin una trayectoria deportiva impecable detrás. La de Manning alcanzó su punto más alto en 2007, cuando los Colts lograron por fin llevarse la Super Bowl, un hito que se les resistía desde 1971, cuando la sede del equipo todavía se encontraba en Baltimore.
Ese éxito supuso también un reto cumplido para Manning. Quizá fue el hecho que le permitió plantearse la búsqueda de nuevos retos. El anillo era el acompañamiento más que perfecto para una carrera plagada de éxitos individuales: dos veces MVP (hasta entonces, luego se les unirían tres galardones más) de la NFL, MVP de la Super Bowl y hombre casi fijo en el partido de las estrellas.
Por ello, en 2012, decidió establecer un cambio en su vida y firmó un contrato de cinco temporadas con los Denver Broncos. No tardó su nuevo equipo, en el que pronto Manning se convirtió en estrella, en alcanzar de nuevo la Super Bowl. Fue en 2014, un 2 de febrero en el que Manning vivió quizá uno de los momentos más duros de su carrera. Los Seattle Seahawks dejaron sin capacidad de respuesta a los Broncos, a los que derrotaron por un contundente 43-8.
Pero la vida siempre suele dar nuevas oportunidades a los que las buscan. Luchador nato, Manning tendrá este domingo, contra los Carolina Panthers, la oportunidad de lograr s u segunda Super Bowl y de devolver a los Broncos la confianza depositada en él. A punto de cumplir los 40 años y en una edición especial de la competición (la de este 2016 supone la quincuagésima celebración de la Super Bowl), Manning jugará con los objetivos de ayudar a su equipo y de traspasar una nueva barrera a nivel individual: la de abandonar la categoría de leyenda para convertirse en mito.
