Un genio de la robótica que humildemente siempre piensa en grande.

Kenji Yanobe dice que su obra está influenciada sobre todo en Chernobil.

La destrucción que presenció al visitar las instalaciones del mayor desastre nuclear de la historia, le hizo plantearse la necesidad de protegerse de este tipo de catástrofes.

“Siempre he querido proteger a los niños”, anadió. Él también ayudó a construir un parque temático, en el que este concepto se respeta en todo momento.

Sobre lo monumental de su obra, señala que “Siempre quise tener mi propio Godzilla, hasta que lo logré”, (señalando una fotografía del Giant Torayan, que no es un dinosaurio, pero si escupe fuego), una de sus obras más reconocidas.

Yanobe hizo un recorrido por todas sus creaciones, e incluso comentó que en su momento debió demostrar a la prefectura de Osaka, que los recortes presupuestarios no deberían afectar a proyectos como los que él desarrolla, hasta el punto de que el entonces alcalde de la ciudad, desistió de tal medida.